Las emisiones de CO2 por vehículos de motor de combustión en Europa ha aumentado por tercer año consecutivo, superando a los valores del 2015, según informa www.hipertextual.com
Los fabricantes de vehículos se enfrentan al mayor reto de su historia: dejar de ser agentes de contaminación para el planeta, pero por el momento la cosa no va del todo bien. Entre 2007 y 2016 la tendencia fue a la baja de forma
significativa, pero a partir de 2017 nuestro continente ha vuelto a aumentar sus niveles de emisiones.
El estudio, publicado por la consultora enfocada en movilidad, JATO Dynamics, explica que la venta de vehículos eléctricos e híbridos, los cuales contribuyen significativamente a reducir emisiones del total, no logran revertir la tendencia, al ser todavía apenas el 6% del total de vehículos.
De hecho el informe urge a la industria automotriz a adoptar la fabricación y venta de coches eléctricos para lograr los objetivos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Parte del motivo por el cual las emisiones han aumentado es el incremento en la venta de vehículos tipo SUV y las regulaciones oficiales contra los coches diésel, que ha provocado la consecuencia no intencional de que se compren más coches de gasolina que tienen mayores emisiones de CO2.
En cuanto a marcas, Toyota, Citroën, Opel y BMW fueron las únicas cuatro marcas de automóviles con motores térmicos que fueron capaces de reducir la emisión de este tipo de gases de efecto invernadero si se comparan datos entre 2018 y 2019. Tesla, por obvios motivos, es la mejor marca, con un nivel de venta alto de coches el año pasado, pero al ser 100% eléctricos no tienen emisiones de CO2 en su uso.
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